Hoy mientras peinaba a mi hija Yael, ella se enojaba conmigo y me gritaba “me duele!!!”. Yo la estaba peinando, no enredando.
Los nudos son propios de ella y yo recibí la descarga de su enojo cuando en realidad peinándola, sus nudos comenzaron a doler y a molestar. ??¿Te suena esto? Yo enseguida capté que millones de veces me enojo con situaciones o personas que vienen a mostrarme todos los “nudos” que viven en mi.
Y esas “cepilladas de pelo” muchas veces duelen.
Pero también me ayudan a desenredar y a ser consciente que cada situación que viene a nuestras vidas, viene a espejarnos aquello que tenemos que trabajar. Podríamos llenarnos la vida de “crema de peinar” para pasar más fácil algunas situaciones y eso es genial.
Afrontar y sumergirnos en resolver aquellas cosas que duelen, puede ser mucho más fácil y menos doloroso, si pedimos ayuda y nos cuidamos y amamos a nosotros mismos.
Denisse Cattach Coach Ontológico
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