Jazmin Hadassa Glusberg
Haciendo una introspección en el mes de Tamuz, en dirección hacia el mes de Ab, nos sumergimos en un tiempo de reflexión, en el cual podemos ver “El Primer Paso De La Caída Del Templo”.
Asímismo, de un modo más personal, podemos entender este concepto a través del llamado “Templo Personal”, es decir, NUESTRO CUERPO.
El Cuidado de la Salud es un Precepto de la Torá. Para el Rambam (Maimónides), el cuidado del cuerpo y la slud es mucho más que una buena recomendación. Según él, esto está incluido en el precepto de “Ve halajta bidrajav”, “Y seguirás Sus caminos (los de Hashem)”, (Debarim 28:9; y véase Ibíd. 8:6, 26:17, 30:16).
Podemos ver el cuidado del cuerpo, como un recipiente que nos fue prestado temporalmente para habitar este mundo, el cual tenemos que cuidar y regresar a su debido tiempo, igual o en mejores condiciones de las que se nos fue entregado. Pero cuando hablamos del cuidado del cuerpo no sólo nos referimos a tener buenos hábitos alimenticios, hacer deporte, meditar, etc. Sino también a elegir la gente de la cual rodearse, ya que esto, de forma directa o indirecta, afecta tú espacio vital.
El cuerpo absorbe la energía a la hora de interactuar con otras personas. Te preguntaras ¿de qué forma? La respuesta es bien simple! El calor que la persona libera. Esta energía no se pierde, sino que se desprende del cuerpo y queda en el espacio.
El cuerpo utiliza energía para todo tipo de acciones del cuerpo entre ellas el pensamiento. Te suena conocido el decir “me leíste la mente”, es claro que al liberar la energía usada para el pensamiento, ésta se transmitió a otra persona.
Ahora imagina qué pasa cuando una persona, está pasando por un momento difícil y se interna en ese tema tornándolo un problema. Si esta energía te llegara, ¿cómo te sentirías? ¿cómo afectaría tu día?
Y si al sentir esta energía “contaminada” la transformaras en palabras y sin querer éstas terminaran afectando a terceros y viceversa, entonces estarías creando El enemigo que ataca tu muralla!!!
“Los que edificaban en el muro… con una mano trabajaban en la obra y con la otra sostenían la espada”, Nehemías 4:17.
Esto no quiere decir que tenemos que atacarnos, todo lo contrario!! Lo correcto es tomar esa arma como herramienta, tomar esa energía y reutilizarla tal como hace tu cuerpo!!
Te preguntas ¿cómo reconstruir tu propio muro de Jerusalem?
Sencillamente. Cuando este mes cuando veas a alguien triste, cuando alguien te trate mal o cuando su energía no sea la mejor ni la más clara, regresale una sonrisa y un tono calmo de comprensión y dile: te deseo que tengas un hermoso día.Estoy segura que no solo vas a construir tu propio muro, sino que tu templo va a estar puro y esa energía también se transmitirá.