Cualquiera de estas situaciones implica transitar un recorrido desde el punto de partida donde te encuentras ahora, hasta el lugar, momento o resultado que marca el logro al que aspiras llegar.
¿Cómo ves este recorrido? ¿Qué lo conforma? ¿Qué necesitas para transitarlo?
Las respuestas dependerán de lo que el recorrido signifique para ti.
Quizás el recorrido es visto como obstáculos en serie que debes de sortear para llegar adonde quieres.
En este caso, queremos quitarlos de encima … y cuanto antes, mejor.
Quizás el recorrido pueda ser visto como un proceso de cambio, de preparación para poder llegar a esa meta tan deseada, llena de oportunidades para adquirir habilidades, conocimientos y para transformarte por dentro.
En los días de la Cuenta del Omer, el Pueblo de Israel cuenta 50 días desde el punto de partida marcado en la Salida de Egipto, conmemorado en la festividad de Pesaj, hasta la meta en la festividad de la entrega de la Torá, Shavuot.
Rab Pinkus ztz’l explica, que cada día debe ser visto como una oportunidad para crecer, como una ganancia en sí misma, que además nos acerca a la tan anhelada meta final.
Bajemos este concepto a tu realidad:
¿Valoras cada paso que das por sí mismo? ¿Lo ves como un peldaño más de la escalera y un bagage más de experiencia y de conocimientos?
Y respecto a tu salud,
¿qué pasaría si en lugar de enfocarte en llegar ansiosamente a la meta (bajar de peso, mejorar tu físico, optimizar tus resultados de pruebas médicas, tener menos ansiedad, etc.) tuvieras tus sentidos abiertos a todo lo que sucede dentro y fuera de ti, lo cual te proveen de valiosa información para seguir creciendo?
Cuando nos inmersamos en cada pequeño paso y nos hacemos “presentes” en cada uno de esos valiosos días, podremos abrazar todo lo que hay por aprender …
Y de paso, casi sin querer, podremos disfrutar también de “la vista”, llegando a la meta final inclusive antes de tiempo!
por:
Coty carciente