¿Qué es una habilidad transferible?
Mi definición personal: una habilidad transferible es aquella que se aplica a una amplia gama de profesiones, ocupaciones o actividades. Por lo tanto, las habilidades transferibles siguen siendo útiles y valiosas incluso si se ve obligado a cambiar de profesión… No siempre es posible predecir qué trabajo harás dentro de 10 años, pero es seguro decir que estas habilidades transferibles seguirán siendo útiles.
En este artículo presentaré un ejemplo de habilidades transferibles (hablar en público), ilustrando cómo se pueden adquirir y desarrollar estas habilidades.
Adquirir una nueva habilidad
En términos generales, si queremos adquirir una nueva habilidad, debemos seguir un plan:
Definir qué habilidad queremos adquirir.
Encontrar las fuentes de información que nos permitan adquirir conocimientos sobre esta habilidad.
Encontrar formas de poner en práctica esta habilidad para adquirir experiencia además de conocimiento.
Comienzar a estudiar (adquirir conocimientos) y practicar (adquirir experiencia) simultáneamente.
Después de adquirir suficiente conocimiento y experiencia, asegurarse de que esta habilidad se pueda monetizar, lo que demuestra su valor.
Por ejemplo, supongamos que deseas desarrollar habilidades para hablar en público:
Define que quieres hablar en público y elige el tema sobre el que te gustaría hablar.
Encuentra videos y artículos de personas que brindan consejos sobre cómo hablar en público de manera efectiva.
Encuentra oportunidades para hablar en público, por ejemplo, en reuniones o conferencias.
Comienza a estudiar y practicar simultáneamente.
Cuando te sientas preparado, puedes empezar a cobrar por hablar en público.
En la práctica, pueden pasar varios años desde que empiezas a dar tus primeras charlas hasta que alguien está dispuesto a pagarte. Pero incluso si aún no te pagan por hablar en público, seguramente desarrollar esta habilidad te llevará a otras oportunidades de ingresos indirectos.
Por ejemplo, alguien que asistió a tu conferencia está muy impresionado y te ofrece un proyecto.
O tal vez alguien a quien le gustó tu charla esté dispuesto a pagarte para que lo guíes.
O tal vez alguien te haga una oferta de trabajo después de ver tu conferencia.
Sobre la importancia de la retroalimentación
Es muy importante en el proceso de desarrollo de nuevas competencias asegurarse de contar con los mecanismos apropiados para recibir retroalimentación. Así, en el ejemplo anterior, al final de la conferencia debes pasar un cuestionario a tu audiencia para que digan si están satisfechos y si tienen algún comentario.
Asimismo, en este ejemplo es importante que grabes todas tus conferencias para que puedas revisarlas y analizarlas. Mientras revisa los videos, puede responder preguntas como:
¿Cómo es mi entonación? ¿Hablo de forma monótona o puedo ser más dinámico?
¿Hablo con entusiasmo? ¿Puedo transmitir mi entusiasmo a la audiencia?
¿Qué preguntas se hicieron durante la conferencia? ¿Estas preguntas son resultado del interés de la audiencia o de la falta de claridad en mi mensaje?
¿Cómo es mi lenguaje corporal? ¿Miro al público o evito mirarlos? ¿Utilizo bien mis manos o hablo con las manos en los bolsillos?
Mi experiencia personal como orador público
Siempre ha sido importante para mí tener la capacidad de hablar en público. Pero claro, como cualquier persona normal, tenía miedo. Entonces, para mí, el primer objetivo era poder enfrentarme a un grupo de personas y hablar en público sin sentir miedo. Después de algunos intentos, entendí que para no tener miedo de hablar en público, necesitaba algunas cosas:
Tener dominio total de la materia. Esto significa saber exactamente lo que voy a decir, pero también estar preparado para responder todas las preguntas.
Piensar en mi audiencia de una manera positiva. Sabiendo que si vinieron a ver mi conferencia, significa que están interesados en el tema. Así que simplemente pienso que todos son mis amigos y les gusto.
Descansar bien antes de la conferencia y evitar pensar en otros asuntos. Concentrarme en el tema de la conferencia durante varias horas antes de la conferencia.
Salir de mi zona de confort
Una vez di una charla en francés. Hablo bastante bien el francés, pero no tan bien como el hebreo, el portugués o el inglés. Entonces, al comienzo de la charla, dije:
“Esta es la primera vez que voy a hablar en público en francés. Para mí, esto es un gran desafío. Estoy seguro de que cometeré muchos errores, habrá palabras que pronunciaré mal y otras palabras que tendré que preguntarte cómo decir. Pero aun así, es importante para mí dar esta charla en francés. Estoy seguro de que me entenderás y que podré transmitir mi mensaje”.
Al público le encantó esta introducción. No solo estaban aún más dispuestos a prestar atención a la conferencia, sino que también estaban listos para ayudarme, admirando mi coraje al tratar de dar una conferencia en un idioma que no dominaba por completo.
La experiencia evita la ansiedad
Una persona que tiene experiencia no se pone nerviosa cuando tiene que hablar en público. Esto se aplica no solo a las conferencias, sino también a una amplia gama de otras situaciones, como reuniones en una empresa. Si no tienes miedo de dar una charla a un grupo de cien personas reunidas en un auditorio, no tendrás ninguna dificultad para participar en una.