Dra. Coty Carciente
De excursión a la montaña, por aquello que son las vacaciones de los chicos, saque varias experiencias y aprendizajes para la vida, que me encantaría compartir contigo.
- CUANDO VAMOS A LLEGAR? Repetía mi hijo menor. Y yo le contestaba: parte de la experiencia es disfrutar del camino. Admirar lo que hay alrededor, valorar la compañía, apreciar también la soledad. Pero centrarse en lo que está pasando ahora, y de vuelta, disfrutar del camino.
- MUCHA GENTE, NO? Hay lugar para todos. No nos costó encontrar esa esquina despoblada, cómoda y hasta discreta donde cada uno pudo sentarse y ubicarse donde mas queria. Hay sitio para los demás, siempre. Eso significa que también hay sitio para nosotros, y lo habrá, aun cuando lleguemos más tarde.
- A MI ME GUSTA ASÍ: en gustos y colores no hay nada escrito, así dicen. Hay quien prefiere compartir el asiento en la gran piedra, quien quiso mantenerse cerca del matorral y quien prefirió sacarse los zapatos y meter los pies en el agua. Cada uno debe buscar “estar” como más cómodo le viene y como lo disfruta. Todas las opciones son correctas.
- DEJAR FLUIR: La ruidosa cascada descarga su ímpetu en el tranquilo manantial que recibe su fuerza. La pendiente hace que el agua fluya con más fuerza en ciertos tramos y en otros, que haga una pausa, que solo se mueva un poco. En las diferentes etapas de la vida pasa igual. A veces vamos cayendo de un sitio a otro, en ocasiones corriendo dentro del cauce y en otros, nos detenemos. Parece que nos detenemos, pero seguimos en movimiento. En todos los casos, el agua sigue siendo agua, desde arriba hasta abajo. Nuestra esencia no se modifica. A veces es cuestion
de dejar fluir según lo que marque el recorrido es parte de la esencia. - NOS VAMOS??: saber cuándo partir de algún lugar (físico o imaginario) es una virtud. Cuando las “picaduras” y otras molestias son mayores que el beneficio, tenemos que valorar si es momento de “levantar campamento” y buscar un mejor sitio para estar.
- AGRADECER: a pesar del tiempo que tardamos en salir y el regreso con ciertos imprevistos (según mi mirada), recibir el agradecimiento de haber ido de paseo, fue lo mejor del día. Sepamos agradecer TODO. Desde la hermosa vista hasta la picadura. Porque todo, es parte de la excursión.
Te regalo estos aprendizajes, para que te preguntes en qué momentos o experiencias puedes usarlos y hacerte una diferencia.